domingo, 25 de mayo de 2014

CUIDADO CON LAS TRAMPAS DEL ENEMIGO

CUIDADO CON LAS TRAMPAS DEL ENEMIGO       
¿Sabes cómo se cazan a los monos en África? Tienen una manera muy ingeniosa.
Atan bien fuerte al árbol una bolsa de piel con arroz, la comida favorita del mono. En la bolsa hay un agujero de tamaño tal que por allí pueda pasar justamente la mano del mono, pero una vez lleno el puño de arroz, no pueda sacarla de nuevo….¡Pobre mono! Va al árbol, mete la mano en la bolsa y la llena con la exquisita comida. Sí, pero… no puede sacar el puño a menos que abra la mano.
En ese momento sale del escondrijo el cazador; el pobre mono grita, salta, se debate… en vano. El cazador lo apresa. Y sin embargo, el tonto mono no hubiera tenido más que abrir la mano y soltar el botín, y estaba a salvo. ¡Ah, sí! Pero prefiere el cautiverio, prefiere la muerte, antes que desprenderse del botín.
En el terreno espiritual al hombre le ocurre igual, ¡cuidado hijo! Nos dice el Señor, que no te aprisione también a ti el amor ávido por las cosas materiales y te arrastren a sus cárceles las negras pasiones. <1 Timoteo 6:9 (TLA) Pero los que sólo piensan en ser ricos caen en las trampas de Satanás. Son tentados a hacer cosas tontas y perjudiciales, que terminan por destruirlos totalmente.>
Oro… Señor, dame sabiduría, plena confianza que al soltar el pecado, Tú estarás presto para liberarme con tu grandioso amor. Señor dame fortaleza para abrir mi mano, soltar el pecado y sacarla de la trampa que me tiene esclavo y alejado de Ti mi Señor Jesús.
<2 Timoteo 2:26 (TLA) Se darán cuenta entonces de que cayeron en una trampa del diablo, y lograrán escapar. Por el momento, el diablo los tiene prisioneros y hace con ellos lo que quiere.>


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