Un carpintero ya entrado en años estaba listo para
retirarse. Le dijo a su Jefe de sus planes de dejar el negocio de la
construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de
su familia.
Él iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba
retirarse. Ellos superarían esta etapa de alguna manera. El Jefe sentía ver que
su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que si podría construir una sola
casa más, como un favor personal. El carpintero accedió, pero se veía
fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo.
Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era
deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera.
Cuando el carpintero terminó su trabajo y su Jefe fue a
inspeccionar la casa, el Jefe le extendió al carpintero, las llaves de la
puerta principal. "Esta es tu casa, dijo, es mi regalo para ti."
Qué tragedia! Qué pena! Si solamente el carpintero hubiera
sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera
totalmente diferente. Ahora tendría que vivir en la casa que construyó "no
muy bien" que digamos!
Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa.
Cada día clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo.
Construyan con sabiduría. Es la única vida que podrán construir. Inclusive si
solo la viven por un día más, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad
Así que está en nosotros. Construimos nuestras vidas de
manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a poner en
ello menos que lo mejor. En puntos importantes, no ponemos lo mejor de nosotros
en nuestro trabajo.
"La Vida Es Un Proyecto de Hágalo Bien hasta donde
usted pueda lo demás confiéselo a Dios”
¿Quién podría decirlo más claramente? Su vida ahora, es el
resultado de sus actitudes y elecciones del pasado. Su vida mañana será el
resultado de sus actitudes y elecciones hechas ¡HOY!
2 CORINTIOS 9: 6 Pero esto digo: El que siembra escasamente,
también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente
también segará.
GALATAS 6: 8 Porque el que siembra para su carne, de la
carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu
segará vida eterna.
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