Ante la batalla diaria sobre cualquier circunstancia
no desesperes, el mundo es consumidor queriendo apagar todo aquello que
realmente tiene valor no escuches sus voces, sus desalientos aquí solo estamos
de paso, soporta y ten Fe a la promesa. <Habacuc 2:2,3 (TLA) Y Dios me
respondió: «Voy a darte a conocer lo que está por suceder. Escríbelo en unas
tablas, para que se lea de corrido. Tardará un poco en cumplirse, pero tú no te
desesperes; aún no ha llegado la hora de que todo esto se cumpla, pero puedo
asegurarte que se cumplirá sin falta.>
Las cuatro velas se consumían lentamente.
El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo que mantenían
entre ellas...
La primera dijo: - ¡YO SOY LA PAZ! Las personas no consiguen mantener mi luz,
creo que me apagaré. Y poco a poco, su fuego se apagó.
La segunda dijo: - ¡YO ME LLAMO FE! Las personas no quieren saber nada de mí. Soy
muy débil y no tiene sentido seguir dando luz. Cuando terminó de hablar, una
brisa pasó suavemente sobre ella y se
apagó.
Con mucha tristeza la tercera vela manifestó: - ¡YO SOY EL AMOR!
No tengo fuerzas para seguir encendida. Todos me dejan de lado, se olvidan
hasta de sus seres queridos. Y sin esperar más, se apagó.
De repente... Entró un niño y vio las
tres velas apagadas. -¿Qué es esto? Ustedes debían estar encendidas hasta el
final. Lleno de tristeza, el niño comenzó a llorar...
Entonces la cuarta vela habló: No tengas
miedo, mientras yo tenga fuego podremos encender a las demás. - ¡YO SOY LA
ESPERANZA! Con los ojos brillantes, tomó la vela encendida… Y volvió a darles
luz a las demás
¡Qué la luz de “la esperanza”, nunca se
apague dentro de tu corazón! “¡Jesús! es la luz, la paz y el amor. Si crees en
Él, nunca dejará de alumbrarte”
<Salmos 27:1 (TLA) Dios mío, tú eres
mi luz y mi salvación;… > Señor tu
eres mi Esperanza.
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