Ningún tesoro de este mundo podrá pagar
el aumentar nuestros días, porque nos empeñamos en querer obviar esto y en vez
de malgastar el tiempo y la economía en quererlo cambiar… por desgracia hoy el
hombre ni vive ni deja vivir.
El planeta tierra por sí mismo produce
alimento necesario no solo para que todo el mundo sin excepción tenga alimento
y nadie sufra escasez, pero no es Dios el distribuidor de ello si no el mismo
hombre el cual en su libertad ha tomado las riendas sin Dios… Una verdadera
utopía es querer mejorar el mundo sin tener en cuenta a Dios
La Palabra de Dios, no nos deja en la
incertidumbre respecto a la condición del hombre: Físicamente con fecha de
caducidad, Espiritualmente eternos su palabra dice en: < Eclesiastés 8:8 No
hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni
potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la
impiedad librará al que la posee.>
“Entonces” ¿Valdrá para algo nuestra avaricia,
afanes, orgullo? <Salmo 127:1. Si el Señor no edificare la casa, en vano
trabajan los que la edifican; si el Señor no guardare la ciudad, en vano vela
la guardia.> Así que aprovechemos el tiempo y todo aquello que hagas, sus
consecuencias traerá, piénsalo ¿a qué o a quién? Rindes tu vida.
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