Jesús hablando con Nicodemo le decía:
<Juan 3:17 (TLA) Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la
gente, sino para salvarla.>
Y yo precisamente así puedo declararlo…
nunca he merecido ser aceptado por El, pero El me aceptado… no he merecido ser
perdonado, pero El perdonado… no he merecido su Amor, pero El me Ama… ahora soy
salvo.
Recuerdo bien de donde el Señor me ha sacado…
Ahora que le conozco le pido con gratitud que me guarde con El para siempre… Mi
oración hoy es <Salmo 51:10-12 (TLA) Dios mío, no me dejes tener malos
pensamientos; cambia todo mi ser. No me apartes de ti; ¡no me quites tu santo
espíritu! Dame tu ayuda y tu apoyo; enséñame a ser obediente, y así volveré a
ser feliz.>
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