viernes, 15 de junio de 2012

CONOCIENDO A DIOS Y A NOSOTROS MISMOS


Afirma Martín Lutero: “El hombre se ha vuelto semejante a un árbol marchito, no puede querer ni hacer otra cosa que el mal… El hombre natural no puede querer que Dios sea Dios. Por el contrario, desearía que Dios no existiera, y ser él mismo Dios… Por naturaleza el hombre puede amar a Dios sólo egoístamente”. (Solo cuando lo necesita)
Si podemos llegar a conocer la esencia de nosotros mismos es porque Dios nos lo ha revelado en la Biblia, La Biblia nos dice que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (GÉNESIS 1). De esta manera tenemos un origen, el cual es Dios. Podemos conocernos a medida que vayamos conociendo a Aquél que nos creó. Somos imagen de Dios, una imagen que ha sido desdibujada por el pecado, pero imagen al fin.
Decía San Agustín que la imagen de Dios es como la imagen acuñada de una moneda. Con el uso, ésta se gasta, y dejamos de verla, pero está allí porque forma parte de la moneda misma. En la peor persona del mundo está la imagen de Dios. (Aunque sea casi imperceptible)
Podemos saber que somos criaturas de Dios cuando hemos conocido al Creador.
El Dr. J. B. Rhine afirma: “Es paradójico pero verdadero, que hoy conocemos al átomo mejor que a la mente que conoce al átomo. Si pudiéramos llegar a obtener con respecto a la mente tan solo la mitad de la comprensión que la física ha logrado sobre los elementos de la materia, estaríamos probablemente en condiciones de revelar y utilizar principios directivos de tremenda significación para la vida humana y la sociedad”.
El progreso de la humanidad, hasta nuestros tiempos, se ha expresado más a nivel horizontal, es decir, en lo científico y tecnológico. Pero en lo vertical, en lo que se refiere a la esencia del ser humano y su destino eterno, poco se ha avanzado. Porque el ser humano no puede subir y descubrir lo ignoto, es Dios quien baja, el que se revela a los humanos. Es necesario reconocer nuestra debilidad e ignorancia; y partir de la revelación divina, para comenzar a entender lo que somos como criaturas, y quién es nuestro Creador.
ISAIAS 43:1Pero ahora, así dice el Señor, el que TE CREÓ, Jacob, el que TE FORMÓ, Israel: «No temas, que YO TE HE REDIMIDO; TE he llamado por tu *nombre; TÚ ERES MÍO.
Y no hay nada fuera de EL, porque EL es: APOCALIPSIS 22:13 Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.
DIOS TE BENDIGA .

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