JUAN. 15:4 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.
Aquí El Señor solo nos recuerda que todo tiene una clave.
“permanecer en El, y guardar su palabra”
SANTIAGO. 1:6-8 El que duda es semejante a la ola del mar,
impulsada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese
hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo,
inestable en todos sus caminos.
Reflexionemos en ello, muchas veces nos quejamos, porque no vemos la salida y esto muchas veces nos confunde
y dejamos entrar la duda, recordemos, que no es hombre quien nos defiende y
promete, si no Dios todo poderoso el cual es invariable (El no miente).
GALATAS. 5:7 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento
no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros
si no permanecéis en mí.
Con El llegaremos y fructificaremos porque tenemos al Dios
Sobrenatural, esto al hombre se le escapa al entendimiento por eso Dios nos
pide Fe, creámosle para El no hay imposibles, además Él nos eligió, gracias
PADRE, Y
nos recuerda Jesús diciendo:
JUAN 15:16 No me elegisteis vosotros
a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis
fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en
mi nombre, él os lo dé.
DIOS TE BENDIGA._edu747
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