domingo, 29 de septiembre de 2013

JESÚS, SI NO HUBIESE SIDO POR…

JESÚS, SI NO HUBIESE SIDO POR…
Si no hubiese sido por mi necesidad, no sabría lo que es pedirte... Si no hubieses permitido la enfermedad, no conocería la sanidad... Si no hubiese sido por la preocupación, no sabría lo que es confiar en Ti… Si no hubieses permitido la pobreza, no sabría lo que es tu provisión…
Si no hubiese sido por la ofensa, no sabría lo que es perdonar… Si no hubieses permitido el dolor, no conocería tu consuelo… Si no hubiese sido por la angustia, no sabría lo que es tu paz. Si no hubieses permitido el aguijón, no conocería la suficiencia de tu gracia… Si no hubiese sido por el desacuerdo, no sabría lo que es someterme…
Si no hubieses permitido el obstáculo, no conocería tu solución… Si no hubiese sido por llorar sobre tu hombro, no sabría lo que es tu mano enjugando las lágrimas… Si no hubieses permitido las dificultades, no conocería la fe en tus promesas…
Si no hubiese sido por la imposibilidad, no sabría lo que es descansar en Ti… Si no hubieses permitido la muerte, no sabría lo que es la vida eterna… Sin la oscuridad, no habría aprendido a vivir por fe… Si no hubiese sido por el desierto, no sabría lo que son tus manantiales…
Sin tus demoras, no habría aprendido a esperar en Ti.
Sin las pruebas, no habría aprendido a soportar con paciencia… Sin perdición, no hay salvación… ¿Quién como Tú? Si no hubiese pasado todo esto, no te tendría como te tengo ahora… Sin mi debilidad, no habría aprendido a vivir en tu poder…

Así que, ¡GLORIA A TI POR TODO, SEÑOR JESUS! Y ahora puedo decir como el salmista: SALMOS 23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tú vara y tu cayado me infundirán aliento. 5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

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