Si oramos hagámoslo creyendo y en su tiempo, porque hay
tiempo para todo (Eclesiastés 3) tiempo de orar y tiempo de actuar.
Durante un rápido deshielo de uno de los ríos de América un
hombre quedó en una de las piezas de hielo que todavía no se había separado de
la masa grande, sin embargo, en su terror, él no lo veía y se arrodilló y
empezó a orar a Dios en voz alta que lo librase, los espectadores que se
hallaban a la orilla le gritaron a grandes voces: «Hombre, cese de orar y traspase
la grieta, que se está abriendo. ¡Venga a la orilla!»
El Evangelio no dice: «Ora y serás salvo»; sino: «Cree en el
Señor Jesucristo y serás salvo» (Mat. 7:21; Juan 6:47). Asique debemos
aplicarnos, ante la situación que nos crea temor no agachemos nuestra cabeza en
la oración, dejándonos a que Dios lo haga, a nosotros corresponde hacer lo que
podamos, del resto se hace cargo El.
No hizo libres con capacidad de elegir, pensar y hasta
trabajar., Así que podemos decir a nosotros mismos: « el ora y labora.» -.
BENDICIONES.
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