Veo y oigo gente que siempre está enojada y veo como todas
sus horas y días son un sufrimiento para ellos. ¿Merece la pena? Aun teniendo
razón el enojo solo daña al enojado. <Job 5:2 Porque el enojo mata al
insensato, y la ira da muerte al necio.>
Piénsalo y no hagas o digas nada que pueda herir o hacerle
daño a otra persona. Aférrate al proverbio que dice que todo lo que uno haga,
se devolverá. La gente no recuerda tanto lo que tú dices o haces, sino la
intención con la que lo haces. (Lo que hagas hazlo con Amor) <Santiago 1:19 Mis
queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para
escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; 20 pues la ira humana no
produce la vida justa que Dios quiere.>
Recuerda que cada discusión tiene al menos tres puntos de
vista: el tuyo, el del otro y los de terceros, los cuales probablemente están
más cerca de la objetividad. Siendo más versátil y viendo las cosas desde la
perspectiva de los demás enriquecerás tu propio punto de vista, imítenos a
nuestro Señor: <Salmos 103:8 (NTV) El Señor es compasivo y misericordioso,
lento para enojarse y está lleno de amor inagotable.>
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