Como hijos de luz nuestro trabajo es alumbrar el camino de
los otros, aunque no es tarea fácil, muchas veces en vez de alumbrar,
oscurecemos mucho más el camino de los demás. ¿Cómo? A través el desaliento, la
crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento… no desalentemos
Cristo nos capacita. < Juan 8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy
la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la
luz de la vida.>
Qué hermoso sería si todos ilumináramos los caminos de los
demás ¡Apartemos los prejuicios y sirvamos a todos y así Llevar luz y no
oscuridad! Jesús nos enseñó el Amor por todos incluyendo a los que nos ofenden.
Y está en nosotros ser Luz y no permitir que los demás vivan en las tinieblas
¿de qué sirve ser luz y no alumbrar a nadie? < Lucas 8:16 Nadie que enciende
una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone
en un candelero para que los que entran vean la luz.>
Nuestro cometido es igual que el de Juan bautista, ayer fue
el y hoy somos nosotros. < Juan 1:7 Éste vino por testimonio, para que diese
testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 8 No era él la luz,
sino para que diese testimonio de la luz.>
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