Por desgracia el hombre siempre busca su propio bien y si no
lo consigue no está contento, podemos negarlo pero la verdad es que así somos,
nos presentamos delante del Señor siempre buscando sus favores, las iglesias
están llenas de envidia porque todo el mundo busca estar en los sitios más
visibles y de más rango y mayor estatus. ¿Qué buscas? Servir al Señor de
corazón o solo figurar y aparentar. Su palabra nos dice: <Jeremías 45:5 ¿Buscas para ti grandes cosas? No las
busques… > te ira mal y no tendrás paz.
Jesús es nuestro ejemplo de servicio aquí en el mundo y tal
como el hizo nos manda hacer, el no busco su reconocimiento si no que se dejó
llevar por la voluntad del Padre y lo hizo con toda humildad, él nos dice: <Mateo.
11:29 Tomad mi yugo sobre vosotros y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA
VUESTRAS ALMAS.>
Pablo, hombre docto y reconocido en el pueblo hebreo, una
vez conocido al Señor abandono todo aquello y dedico su vida a servir a Dios,
lo cual le trajo multitud de problemas e
incomodidades sin embargo su alma estaba como nunca antes y esto lo aprecio más
que el mejor tesoro que le mundo le podía dar. <1 Timoteo 6:6-8 Pero la piedad, en efecto, es un medio de
gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento. Porque nada hemos traído
al mundo, así que nada podemos sacar de él. Y si tenemos qué comer y con qué
cubrirnos, con eso estaremos contentos.>
Debemos aprender como Pablo aprendió a estar a las
duras y a las maduras <Filipenses
4:11 He aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.> a Dios sea
la Gloria
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