SANTIAGO 1:25 Mas el que mira atentamente en la perfecta
ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino
hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Nadie llega a la meta con su primer intento, ni se
perfecciona la vida con una simple rectificación, de la misma manera que nadie
alcanza la altura deseada con un solo vuelo.
Nadie camina por la vida sin haber pisado en falso muchas
veces...nadie recoge una cosecha sin trabajar duramente, sembrar la semilla y
abonar la tierra.
Nadie mira la vida sin acobardarse en algunas ocasiones, ni
se sube a un barco sin temerle a la tempestad, ni llega a puerto sin remar lo
necesario.
Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge
rosas sin sentir sus espinas.
Nadie puede edificar evitando el martillo, ni se cultiva una
amistad con Dios, sin renunciar a uno mismo.
Nadie llega a la otra orilla sin pasar a través del puente.,
Nadie llega a tener el alma brillante sin el diario pulido de Dios., Nadie
puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.
Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que
perseguía un imposible., Nadie conoce la oportunidad hasta que ésta pasa por su
lado y la deja ir., Nadie llega hasta el pozo de Dios, sin caminar y sufrir la
sed del desierto.
“Si tienes claro el objetivo, si todavía conservas algo de
fuerza y de voluntad, si mantienes los ojos puestos en Dios y crees, obedeces y
perseveras con fe, te aseguro, que no dejarás de alcanzar tus sueños”
MATEO 24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será
salvo.
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