Si hay algo que he aprendido, es que la piedad es más
inteligente que el odio, que la misericordia es preferible aún a la justicia
misma, que si uno va por el mundo con mirada amistosa, uno hace buenos amigos.
Algunos creen que para ser amigos basta con querer, “como si
para estar sano bastara con desear la salud”. En las circunstancias difíciles
se demuestra la amistad, el falso amigo es como la sombra que nos sigue
mientras dura el sol.
El auténtico amigo es el que lo sabe todo sobre ti y sigue
siendo tu amigo, el que reprende al amigo en secreto y lo alaba en público., El
amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que
le llamen.
Amigo fiel y que no falla lo tienes en Cristo Jesús, este lo
dio todo por ti y nunca te rechazara, compruébalo acude a Él. <Lucas 5:37 Todo
lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.>
¡YO TE PUEDO FALLAR, CRISTO NO!
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