Es un estado afectivo y emocional, que provoca angustia y
ansiedad en la persona, Puede ser bueno para cuidarnos de peligros y a este le
llamamos “precaución” o puede ser malo pues nos puede frenar a continuar
avanzando y a este le llamamos “desconfianza”
Esta es una emoción básica y natural, y tiene su parte útil,
la cual es huir del peligro para preservar nuestra vida. Pero a los que
confiamos en Dios usémoslo como precaución y no como desconfianza, Mira lo que
dice en: <Romanos 8:15 (TLA) Porque el Espíritu que Dios les ha dado no los
esclaviza ni les hace tener miedo. Por el contrario, el Espíritu nos convierte
en hijos de Dios y nos permite llamar a Dios: « ¡Papá!» >.
Los que confían en el Señor estarán por encima de las
circunstancias… recuerda ¿cuál fue el problema de Pedro? En vez de seguir
enfocado en Jesús comenzó a prestarle más atención a las circunstancias.
<Mateo 14:30 (TLA) Pero cuando sintió la fuerza del viento, tuvo miedo. Allí
mismo empezó a hundirse, y gritó: — ¡Señor, sálvame!> confiemos en el Señor
siempre está ahí para tendernos la mano.
Que ningún temor te paralice el Poderoso está con nosotros. Así
que < Isaías 35:4 (TLA) y digan a los tímidos: “¡Anímense, no
tengan miedo! Dios vendrá a salvarlos… >. ¡El único ser que merece ser
temido es Nuestro Dios y Él está de nuestro lado!
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