¿Te has sentido herido por las palabras,
o actitudes de alguien? ¿Has sido acusado de decir cosas que nunca has dicho? ¿Han
sido tus ideas rechazadas o ridiculizadas? ¿Te han culpado de haber hecho algo
que jamás hiciste? ¿Tu actitud frente a ciertas situaciones, se malinterpreta? ¿Has
sufrido alguna vez los golpes de la indiferencia? ¿Te han herido precisamente
aquellas personas que menos esperabas? ¿No te valoran como realmente lo
mereces?
Pues que sepas que si lo soportas y
vences serás como una preciosa y valorada perla. . . pero debemos saber que la
Perla es producto del dolor.
Toda perla es la consecuencia de una
ostra que ha sido herida por un grano de arena que ha entrado en su interior.
Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas... En la parte interna
de la ostra se encuentra una sustancia llamada “nácar” y cuando un grano de
arena penetra en la ostra, ésta lo recubre con capas de nácar para protegerse.
Como resultado, se va formando una hermosa y brillante perla.
Nosotros tratemos nuestras heridas con
varias capas de amor, recuerda que cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor
sentirás. Por el contrario, si no la cubres de amor, esa herida permanecerá
abierta, te dolerá más y más cada día, se infectará con el resentimiento y la
amargura y peor aún, nunca cicatrizará.
Imita a nuestro Señor, perdona, se
paciente y ama a todos, el resultado será
su gloria en nosotros. <1 Pedro 5:10 Más el Dios de toda gracia, que nos
llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de
tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.>
El Señor nos ayuda a sacar lo más puro de
nosotros: <Job 23:10 Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como
oro.> <Salmos 66:10 Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como
se afina la plata.> ¡recuerda! “Una
perla es… una herida sanada por el amor"
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