Tú, que te quejas y reclamas lo que no
recibes, ¿has pensado en lo que no das?... Tú, que te lamentas porque sufres,
¿te has dado cuenta de cuánto haces sufrir?... Tú, que acusas a los demás de
ignorantes, ¿eres consciente de lo mucho que no sabes?... Tú, que condenas a los que se equivocan y
fallan, ¿te das cuenta de tus propios fallos?... Tú, que desconfías de los
amigos sinceros, ¿alguna vez te has analizado con sinceridad?... Tú, que te quejas de tus penurias, ¿no eres
capaz de ver que tienes mucho más que los demás?... Tú, que críticas al mundo, ¿alguna vez has hecho algo para mejorarlo?... Tú, que te crees tan modesto, ¿no estarás
orgulloso de ser tan humilde?... Tú, que
constantemente condenas el mal, ¿estás comprometido a difundir el bien a través
de tu vida?... Tú, que criticas la
indiferencia, ¿siembras la compasión y el amor a tu alrededor?... Tú, que te
irritas contra la pobreza, ¿estás usando bien tus recursos?... Tú, que no soportas las espinas, espero que no
estés cultivando rosas… Tú, que tanto
lamentas la oscuridad, ¿eres capaz de brillar con luz propia?... Tú, que tanto
te ocupas y preocupas por ti mismo, ¿te preocupan también los demás?... Tú, que te sientes tan pequeño, ¿alguna vez
has intentado crecer y madurar?... Tú,
que te quejas de la soledad, ¿eres una buena compañía?... Tú, que no soportas
la enfermedad, ¿qué haces por tu salud? Tú, que anhelas la unidad, la armonía y
la concordia, ¿has combatido la discordia en tu propia vida, en tu propio
hogar?... “Tú, que te consideras
cristiano, ¿alguna vez le has pedido a Jesús que venga a morar en tu corazón?
<Mateo 7:1-4 (TLA) »No se conviertan
en jueces de los demás, y así Dios no los juzgará a ustedes. Si son muy duros
para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los
tratará como ustedes traten a los demás. » ¿Por qué te fijas en lo malo que
hacen otros, y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como
si te fijaras que en el ojo del otro hay una basurita, y no te dieras cuenta de
que en tu ojo hay una rama. ¿Cómo te atreves a decirle a otro: “Déjame sacarte
la basurita que tienes en el ojo”, si en tu ojo tienes una rama?> te das por
aludido, no te preocupes yo también, aunque me esfuerzo todavía hay cosas que
sanar en mi aunque están en proceso y si reconozco por gracia soy salvo.
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