Yo soy tu Dios… tu Señor… tu Creador… tu Salvador… tu
Maestro… tu Hermano… tu Amigo… Conozco tus miserias, así como las aflicciones y
tribulaciones de tu alma… Soy consciente de la debilidad y enfermedad de tu
cuerpo, lo mismo que de tus pecados…
Aunque seas débil en la práctica del deber y en la virtud y
caigas nuevamente en los mismos pecados de siempre, que ya sé, que no quieres
cometer… A pesar de todo, Yo te digo: “Dame tu corazón y ámame tal como eres”
Si esperas ser un ángel para amarme, si esperas a ser
perfecto, no me amarás jamás.
¿No podría Yo, acaso, hacer de cada grano de arena un
serafín radiante de pureza, de nobleza y de amor, que me sirviera y obedeciera
a la perfección?…
Sin embargo, yo prefiero el amor de tu corazón tal y como
estás… Dame tu amor y te enseñaré a amar más allá de lo que nunca has soñado…
Ámame cómo eres…
¡Ámame! y confía en mí en todo instante, en cualquier
situación, en el fervor o en la tibieza, en la fidelidad o en la infidelidad,
ámame cómo eres, y confía en mí…
Hijo mío, yo no necesito tu ciencia ni tu talento, tan sólo
quiero el canto de amor de tu corazón, Sí, claro que quiero transformarte, pero
poco a poco, por ahora te quiero como eres y deseo que tú hagas lo mismo.
Quiero que pienses y confíes en mí a cada hora del día y de
la noche, quiero que la acción más insignificante, que hagas, la hagas por amor
a mí.
Jeremías 29: 11Pues yo sé los planes que tengo para ustedes
—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un
futuro y una esperanza. 12En esos días, cuando oren, los escucharé. 13Si me
buscan de todo corazón, podrán encontrarme.
No dudes, ten Fe y confía en Mí. “Dame tu corazón y ámame tal
como eres”
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