(Ayer lo contaba un hermano y hoy os lo cuento yo)
Había una vez una rosa roja muy bella. Se sentía de
maravilla al saber que era la rosa más bella del jardín… Sin embargo, se daba
cuenta de que la gente la veía de lejos.
Notó que al lado de ella siempre había un sapo, Grande y
oscuro, y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca… Indignada
ante lo descubierto, le ordenó al sapo que se fuera de inmediato… El sapo muy
obediente dijo: - Esta bien, si así lo quieres, me iré.
Poco tiempo después, el sapo pasó por donde estaba la rosa y
se sorprendió al verla totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo
entonces: - Vaya que te ves mal! ¿Qué te pasó?
La rosa contestó: - Es que desde que te fuiste las hormigas
me han comido día a día, y nunca pude volver a ser la misma… El sapo solo
contesto:- Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso
siempre eras la más bella del jardín.
Moraleja: Muchas veces despreciamos, nos reímos, no
valoramos a los demás por creer que somos más que ellos, más inteligentes o
simplemente que no nos "sirven" para nada.
Todos tenemos algo que aprender de los demás o al menos algo
que enseñar, y nadie debe despreciar a nadie. No vaya a ser que esa persona nos
haga un bien del cual ni siquiera seamos conscientes.
Practiquemos la humildad, la vida da muchas vueltas....
TODOS SOMOS IGUALES, DEBEMOS COMPARTIR Y RESPETARNOS.
<Gálatas 6:3 Porque el que se cree ser algo, no siendo
nada, a sí mismo se engaña.>< Santiago 4:6 Pero él da mayor gracia. Por
esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.>
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