En cierta ocasión, un joven observaba a un hombre que
tenía más de ochenta años que estaba sembrando un huerto de manzanos.
El anciano amorosa y cuidadosamente preparó el
terreno, plantó los diminutos vástagos y les echó agua. Después de estar
mirándolo por un rato, el joven dijo: «Usted no espera que va a comer manzanas
de esos árboles, ¿verdad?»
«No --replicó el anciano--, pero alguien lo hará».
Tus acciones ayudarán a esos que te seguirán.
Debido al
pacto de Dios con Noé, tenemos la seguridad de que no corremos el riesgo de la
destrucción mundial por un diluvio.
Los habitantes de la tierra todavía están recibiendo
el beneficio que vino de la vida de un hombre justo.
Asimismo, tú y yo también podemos beneficiar a las
generaciones futuras. Cuando sirves a las personas o influyes en ellas de
manera positiva, y las animas a pasar por lo que otras recibieron, creas una
cadena de impacto que sobrepasará tu vida.
No eres un eslabón perdido. No eres una isla...eres un
continente. Tu trabajo no es en vano
ISAÍAS 65:23 No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque
son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos.
Hay alguien detrás de ti y será la prolongación de tu
vida, para bien o para mal. Entonces siembra ahora manzanas para él o ella
tengan la bendición de comerlas y mientras lo hacen te recordarán y sin duda
hablarán muy bien de ti.
Siembra hoy para las generaciones futuras. Recuerda
que Moisés lo hizo con Josué, el Profeta Elías con Eliseo y Jesús, nuestro
Señor con los doce.
1CORINTIOS 15:58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes,
creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el
Señor no es en vano.
FILIPENSES 2:16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo
pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
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