SOBRE EL MIEDO

El otro domingo escucha en la iglesia hablar del miedo y la verdad fue muy edificante, el miedo decía fue el principio del alejamiento de Dios, arma usada por satanás para mostrarte tus debilidades y errores o pecados, haciéndote perder el Amor de Dios, con todos sus beneficios como su misericordia y su benevolencia, alejándonos su presencia  y con ello de su Paz, de su Gozo, de su sanidad y de tantas y tantas promesas que Dios nos ha dado y no alcanzaremos por el miedo, el miedo nos quita la FE, y sin ella es imposible ver y agradar a Dios.

HEBREOS 11:6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios,

HEBREOS 10.39 Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su *vida.

HEBREOS 11.8 Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.

Nadie llegó a la cumbre acompañada por el miedo, fueron valientes y creyeron. Para quien tiene miedo, todo son ruidos y imposibles. Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar, porque el miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal.

HEBREOS 11:27 Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible.

Acerquemos a Dios y creámosle porque él nos llenara de su espíritu y su esencia es el Amor y el verdadero Amor hecha fuera todo temor.

1 JUAN 4:18 sino que el amor *perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.

Y si por algo debemos tener miedo es por fallar a este que tanto nos ama, que dando su vida por todos no escatimo nada sino que lo dio todo ¡ESTE ES NUESTRO SEÑOR! Que incluso se hizo menor que ninguno.

Ante esto solo me queda decir: dame gracia señor saca de mí todo temor y así recibir todas tus promesas, guárdame de mi mismo para no pecar contra ti, aunque cada día lo intento siempre te tengo que pedir perdón por algo, he aquí veo tu amor y misericordia sobre mi. Ayúdame a amarte y respetarte, te lo pido en el nombre que dio todo por mi, ¡JESUCRISTO! AMEN.