martes, 7 de mayo de 2013

EL NO TE PERDERÁ, PALABRA DE DIOS


EL NO TE PERDERÁ, PALABRA DE DIOS
Juan 6:39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 
¿Cuál es la seguridad de la salvación de alguien que ha creído en Cristo? ¿Cuál es la garantía que tenemos de no perdernos, y de resucitar un día a la vida eterna? Algunos siguen pensando que es por "buena voluntad" o "esfuerzos de permanencia" que uno puede llegar al final de su carrera para ser salvo (error).  La Biblia nos da a entender claramente, como Dios da su salvación a todo aquel que cree en Cristo, y cuya seguridad depende SOLO DE ÉL.
La cuestión es "yo en mi me perderé”  pero otra cuestión es  "que Él me pierda"... ¿podrá ser? Veamos paso a paso:
1-Esta es la voluntad... del Padre. No es un deseo, ni un vago anhelo humano, lo que determina la permanencia de la salvación, sino la voluntad de Dios el Padre. La voluntad de Dios, no es como las voluntades humanas, cambiantes y titubeantes, sino que lo que él determina en su soberanía: Él lo cumple.
2 - Todo lo que me diere... El alma que se ha acercado a Cristo es porque la influencia divina ha obrado. Ser cristiano de verdad, no es un convencimiento mental, sino el impulso divino del Padre, de traer un alma a la cruz de Cristo, para limpiarla de sus pecados, y darle un nuevo corazón.
3 - No pierda de ello... Aquel que fue recibido por Cristo, que fue "comprado" con su sangre derramada en la cruz, no se pierde. La transacción fue hecha, el pecador arrepentido es ahora un hijo de Dios, redimido por Cristo, y está en sus manos, ¿quién podría decir que puede alguien perderse.... de las manos del salvador?
 4 - Lo resucite en el día postrero La obra de Dios realizada en un corazón arrepentido, no es temporal, sino eterna. Pues su validez va más allá de esta vida. Para el salvado por Cristo, el día de la resurrección es un hecho.
Juan 10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; 28 Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano.

1 comentario:

  1. ¡Cuidado con las imágenes, es abominación a Jehova.

    4 »No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. Éxodo 20:4;
    Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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