Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo…
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente
fracaso cuando no lo intento...
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta
que de todos modos opinan…
Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en
mí mismo…
Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para
crecer…
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las
mentiras…
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final,
sino más bien el comienzo…
Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa
más que ignorancia…
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo…
Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba
sabiduría día a día…
Temía, temía, temía… El Señor y su Amor me han dado la
victoria sobre el temor y hoy no hay temor si no Amor.
<Proverbios 29:25 El temor del hombre pondrá lazo; Mas el
que confía en Jehová será exaltado.>
<Proverbios 34:4 (TLA) Le pedí a Dios que me ayudara, y
su respuesta fue positiva: ¡me libró del miedo que tenía!>
<1 Juan 4:18 La persona que ama no tiene miedo. Donde hay
amor no hay temor. Al contrario, el verdadero amor quita el miedo. Si alguien
tiene miedo de que Dios lo castigue, es porque no ha aprendido a amar.>
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