Dispuesto sembrar buenas semillas… a atender a cualquiera
que nos necesite, sin esperar nada… a sembrar siempre sin descanso, aunque sólo
sean otros los que recojan y saboreen las cosechas… a dar nuestro de corazón lo
que tal vez a nosotros nunca nos dieron…
Dispuesto a brindar afecto, bondad, cordialidad, amor y a
veces, ayuda material… A repartir alegría, es infundir fe, dignidad,
admiración, respeto, gratitud, sinceridad, honestidad, libertad, optimismo,
confianza y esperanza.
Dispuesto a tener esa actitud y predisposición de querer dar
más de lo que hemos recibido en la vida y de la vida.
Decía Confucio: “Servir es ser como el árbol de sándalo, que
perfuma el hacha cuando le hiere” Jesucristo aun por todo lo que paso nos bendice
el no vino a enseñorearse sino a servirnos y lo hizo con todo su ser, no
escatimo nada lo dio todo. Jesús vino dispuesto y sigue dispuesto.
Jesús mismo dice: <Marcos 10:45 (TLA) Yo, el Hijo del
hombre, soy así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a
los demás. Vine para liberar a la gente que es esclava del pecado, y para
lograrlo pagaré con mi vida.> ¿estamos dispuestos a servir?...
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