<1ª Timoteo 6:6 Pero gran ganancia es la piedad
acompañada de contentamiento; 7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin
duda nada podremos sacar.> <Filipenses 4:7 Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.>
¿Podemos encontrar en este mundo gente satisfecha? En todas
partes la gente exige, protesta… Y los más pudientes, que no deberían reclamar
nada, a menudo son los más ávidos de novedades… Nadie está contento.
Esta insatisfacción generalizada también se manifiesta en el
cambio incesante de las modas, en la forma de vestir, de divertirse, de
alimentarse… Es el torbellino acelerado de los deseos y de la exasperación de
las exigencias. En el fondo de todo esto, no hay ninguna satisfacción real…
Nadie está contento.
El predicador dice: <Eclesiastés 1:2 “Vanidad de
vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad”> Las alegrías se evaporan, los placeres
pasajeros a menudo tienen un mañana amargo; los sufrimientos, el duelo y la
muerte siempre están ahí.
Pero ¡Qué contraste con la persona que halló en Jesucristo
una razón de vivir! Jesús es quien nos sacia y completa. <Salmos 107: 9
“sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta”> <Salmos
103:5 él “sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el
águila”.> El Señor es fiel y trae contentamiento a mi vida.
Incluso en la tristeza, el creyente siempre puede tener paz;
en la pobreza, puede enriquecer a otros compartiendo con ellos las verdaderas
riquezas. Para el que espera en el Señor cada dia recibimos la porción
necesaria tanto para el Espíritu, Alma y Cuerpo. El Señor es fiel y trae
contentamiento a mi vida. <Filipenses 4:11 No lo digo porque tenga escasez,
pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.>
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