Durante la
Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. Los erizos dándose
cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se
abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los
compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto
decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro. De esa forma pudieron sobrevivir.
Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro. De esa forma pudieron sobrevivir.
Y la
palabra de Dios nos enseña, que en el somos uno y que todos nos somos
necesarios para así formar un cuerpo perfecto. Aunque diferentes miembros, unos
mas notables que otros pero tan importante uno como otro, hay miembros que los
escondemos pero que sin ellos tampoco existiría el cuerpo.
Romanos
12: 3Digo, pues, por la gracia que me es
dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí
que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida
de fe que Dios repartió a cada uno. 4Porque de la manera que en un
cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma
función, 5así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en
Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 6De manera
que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada,
16Unánimes entre vosotros; no altivos, sino
asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
21No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el
mal.
Moraleja
de la historia La
mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que
cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y
admirar sus cualidades. Historias positivas.
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