La voz interior me dice que siga combatiendo
contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este
mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios. El temor empieza toda sabiduría, y quien no tiene temor, no puede saber.
Dice la palabra que todo discurso tiene
el mismo fin.
Eclesiastes 12:13 El fin de todo el
discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es
el todo del hombre. 12:14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con
toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.
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