2Corintios 5:10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto sino un hábito, tarde o temprano siempre se rinden cuentas, se excelente.
Mt. 25:31,32; Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con El, entonces se sentará en el trono de su gloria; y serán reunidas delante de El todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
Hay un decir que dice: quien no la hace no la teme, apartémonos de aquello que pueda perjudicarte y no me refiero al cuerpo sino al alma, envidias, celos, amarguras, egoísmo, avaricias, orgullo y etc….
Mateo 13:43 Entonces LOS JUSTOS RESPLANDECERAN COMO EL SOL en el reino de su Padre.
Justo es aquel que cree en el Señor y le obedece, y la vida de este va siendo trasformada de gloria en gloria poco a poco perfeccionándose asta que el día llegue y seamos perfectos,
Ro. 8:33,34 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros
Ro. 8:1 No hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.
I Co. 11:32 El Señor nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo
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