Generalmente los seres humanos nos dedicamos a culpar e
interrogar a Dios por nuestras desventuras, por las cosas que salieron mal, por
una enfermedad, la pérdida de un empleo, la partida de un ser querido, la
traición de un ser amado, por los problemas económicos y muchas cosas más. Pero
cuando estamos siendo bendecidos, cuando recibimos un reconocimiento, estamos
rodeados de gente que nos ama, cuando podemos despertar y gozamos de salud o
cuando hemos alcanzado un gran éxito no le preguntamos a Dios ¿Por qué a mí? Es
más, pensamos que es algo merecido, que tenemos mucho mérito y que Dios tenía la obligación de bendecirnos
Aprendamos y seamos agradecidos, Dios quiere bendecirnos,
junto a EL todo es llevadero y próspero, pero debemos tenerle en cuenta siempre
pues él es nuestra luz y en cuanto la apartamos de nuestra vida nos quedamos en
tinieblas.
Mira lo que decía pablo: <Efesios 5:20 “Dando siempre
gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”>
Da gracias a Dios siempre y confía en sus planes perfectos,
que si Él permite una prueba es porque tienen un gran plan para tu vida. DTB un
Abrazo.
<Hechos 12:28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;>
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